Mi nombre es Martín Nicolás Costanzo.
Psicólogo egresado de la UNLP – MP. : 53992
¿Quién dijo que todo (análisis)
está perdido?
Jugando con la primera frase del tema de Fito, diré que las personas desorientadas somos
muchas veces las/les/los analistas. Si bien podría deberse a diversos aspectos, considero que el
desatender o haber relegado los sentimientos y afectos que circulan en un espacio terapéutico,
es una de las causas principales de dicho extravío.
Algo similar ocurre cuando alguien canta de manera afinada pero sin pasión, sin generar algo
en las otras personas. De esta manera, cuando el acto de emitir sonido queda disociado del
alma, la experiencia se empobrece, dificultando el lazo social. Podría pensarse el cantar (como
expresión artística) y el análisis terapéutico como actividades con puntos de encuentro! «Un análisis debe devolverle el fuego al sujeto».
En este sXXI considero que muchas veces es necesario ofrecer alguna orientación, consejos
de acción concreta cuando no sabemos por dónde empezar. Una pequeña linterna que ilu-
mine nuestros primeros pasos!
Hacia una psicología
de la vida cotidiana
¿Tu perfeccionismo no te deja disfrutar los momentos? ¿Estás demasiado pendiente de
corregir aspectos o marcar «defectos» a las personas cercanas? ¿Te sobrecargás con
cuestiones que no te son propias pero no podés dejar de hacerlo? ¿Te cuesta decir que
no o simplemente no decís lo que crees por miedo a la reacción de la otra persona? Para
estos interrogantes, ofrezco una aproximación: no hay buenas o malas relaciones sino
relaciones más o menos sinceras. Considero que en la medida que uno puede empezar
a sincerarse consigo mismo, ¡empieza a tener relaciones más amables!
¿Te permitís enojarte?
(No me refiero a ser hater en redes sociales)
El enojo tiene mala prensa. Muchas veces hay que reivindicar el enojo, dignificarlo en la
medida que encierre una verdad. En el enojo tenemos una clave, un mapa interno que
es menester entender. En la medida que podamos reconocer las razones de ello, poder exteriorizarlo (por más irracional o ilógico que parezca!) tendremos al alcance nuestro la posibilidad de modificar algo. «Mejor afuera que adentro», es una frase de la película Shrek que representa esta idea.
Cuéntame qué sueñas
y al fin sabrás qué quieres
Los sueños que uno a veces recuerda al despertar, son una vía directa para el trabajo analítico.
No es la única vía. También el expresar anhelos y proyectos, la ausencia o la misma búsqueda
de ellos, puede ser otra línea de trabajo posible.
¿No encontrás una meta, vocación, una pasión o simplemente algo que te ayude a sobrellevar
el día a día? ¿Algo que aliviane y le ponga un poco de sal y pimienta al mundo de las responsabilidades y obligaciones? Éste quizás sea tu lugar en el que puedas contar también, para estos asuntos. Creo firmemente, a partir de la escucha de personas hace más de 10 años, que
los/las/les que buscan eso, ¡lo poseen! Sólo que se requiere ir acompañando ese camino para
que encuentres ¡qué es lo que puede ser uno de los motores de tu vida!
¿Sentís que tus proyectos se interrumpen en un determinado momento? ¿Sos una persona que progresa pero le cuesta disfrutar de lo que logra? ¿No sabés por qué?
Hay personas que tienden a repetir siempre algunos comportamientos, situaciones. Tienen la impresión de tener una condena, que hagan lo que hagan van a fracasar en el amor, a la hora de emprender un nuevo trabajo, etc.
¿Empezaste a notar algunas dificultades para disfrutar
de tu sexualidad? ¿Sentís frustración o preocupación?
A veces resulta difícil poner en palabras estos temas (incluso para el analista!) por generar vergüenza, inhibición o sentimientos vinculados a no necesitar de nadie. Otras veces,
nos animamos a hablar con amistades pero ellas, muchas veces no saben la manera
adecuada de ayudarnos, les excede Éste quizás sea tu lugar en el que puedas contar
también, para estos asuntos.
Hay quienes reconocen experimentar una desconexión de sus sentimientos. Si bien terapias alternativas (igualmente válidas y efectivas en muchos casos) apuntan entre otras
cosas, a dicha conexión «mente y cuerpo», muchas personas manifiestan no encontrar
una respuesta específica a sus demandas.
Te propongo que me cuentes en qué te puedo ayudar ¡para que las cosas empiecen a avanzar!
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